Te voy a contar algo que me ocurrió hace ya algún tiempo.

 

Llamada de teléfono.

– ¡Hola! Te llamo porque estoy desesperada, y ya no puedo más.

 

Perfecto, ¿en qué te puedo ayudar? ¿Qué ocurre?

 

Tengo que adelgazar 6 o 7 kilos, ya no puedo vivir así, me veo fatal. No me puedo ni mirar al espejo, por no hablarte de la ropa, me siento como un chorizo, la rodilla la tengo fatal …

 

Después de 20 minutos,

comienza a hablarme de su alimentación.

 

Mi alimentación, perfecta, todo saludable, ni una patata frita me como, nada de nada.

 

Eso sí…

Me tomo 6 refrescos al día y no hago deporte, lo odio.

 

 

Entonces digo: ¡Ya está! ¡Podemos empezar por ahí!

 

Y su respuesta es:

 

– ¡Eso ni tocar! es algo a lo que no estoy dispuesta a renunciar, además ya te digo que no intentes convencerme porque es sagrado, es mi único vicio. Puedo quitarme de comer, pero mis refrescos ni tocar. Y lo del deporte, olvídate, me niego.

 

Llegados a este punto,

La digo:

creo que tengo la solución a tu problema.

 

¿Sí? ¿Cuál?

Seguir haciendo lo mismo y esperar tranquilamente a que venga Lourdes con sus milagros.

 

Fin.

 

Si no estas dispuesta a cambiar nada, no esperes resultados diferentes.

 

Puedes pasar por el enlace y hablamos si estas dispuesta a darlo todo para conseguir los resultados que deseas y con los que sueñas.

 

Si no estas dispuesta, espera a Lourdes, yo no te puedo ayudar.

 

https://calendly.com/oli2coach/llamada

Que aproveche.

 

Oli Martínez.